jueves, 22 de septiembre de 2011

Currante sí currante no

Yo no sé cuántas veces la habré cagado con mis decisiones laborales.
La verdad que me pongo a pensar y volvería a dejar los curros que dejé atrás pero por más que lo pienso me estiro de los pelos y me pregunto si hice bien. Porque en los últimos en los que he estado en los que tenía un contrato fijo y otro semi-fijo, que eran curros se podría decir que respetables (no eran una caquita de vaca vamos) he sido yo la que tomó la decisión de marchar.
Es cierto que en Isdin yo no era feliz y que mi intención era encontrar un curro en Vilafranca. Creo que la clave de todo está ahí... ¿está ahí? No lo sé porque siempre llego a la conclusión que lo hubiese dejado igual pero sabiendo que tenía algo en mano. Y podría verlo mejor como una oportunidad para intentar encontrar algo que me llenase más.
Y luego cuando encontré otro currillo más o menos serio lo dejé ir para probar suerte en otro país. Repito, lo volvería a hacer.
Supongo que ahora no lo vería tanto como "Patri, eres tonta porque dónde crees que vas a encontrar un trabajo con buen horario, con la edad que tienes y sin estar reciclándote, y bien pagado y que no te estén tratanto mal" si hoy en día hubiese tanto curro como había antes.
Buf... espero encontrar un trabajo más o menos aceptable porque tal y como están las cosas hoy en día y que yo cada vez me voy haciendo más "vieja" para este mercado.
A veces me pregunto qué he hecho con mi vida porque mis compis de clase están bastante bien colocados y yo a este paso me veo en una consulta pequeña y mugrienta, cogiendo el teléfono y trayendo café a los déspotas de mis jefes.

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