jueves, 22 de diciembre de 2011

No quiero, no quiero y no quiero

Ea, como el niño de La vida es bella (los cojones es bella).
Últimamente hago el mismo gesto para todo.... pa levantarme de la cama cuando se está calentita, pa entrar al trabajo (a mi favor diré que todos mis compis de mi misma hornada hacemos lo mismo) y ahora, cuando se acerca mi cumple...
El otro día una amiga me dijo que ya no se acordaba de cuando sonreía al decir que era mi cumple o que lo celebraba con ilusión. Buuf, hace ya mucho que no tengo ganas.
Y bueno, lo que quizá más me anima es que mi mami (y mi papi) tienen la ilusión por mi y me emociona verles las caras de contentos cuando me hacen el regalito por mi cumple y montan la cena de Noche Buena aprovechando que es mi cumple. Jo, y me sabe muy mal cuando dejo aflorar mis sentimientos y no oculto que no soy feliz. Y a veces me sabe mal no hacer uso de la capacidad de disimular los estados de ánimo porque me digo a mi misma que soy tal cual y no puedo disimular.
Como también me digo que soy idiota por permitir ciertas cosas.
En fin, el ser humano se fustiga y quien diga lo contrario es que es Aznar o alguien parecido.
Total, este post ¿a qué viene? A nada, a matar las horas muertas del insomnio que tengo y que me hace pensar en mil cosas a la vez.

martes, 25 de octubre de 2011

Ubicarse o no ubicarse

Qué tontería ¿no? El poner en este cajón desastre de pensamientos, idas y venidas todo lo que pasa por mi cabeza o mi corazoncito.
La verdad, qué tontería explicarle a esta pared blanca cómo me siento, qué me pasa, qué me falta... en vez de coger el teléfono y llamar a un amig@ contándole todas estas cosas mientras tomas una birra (o un café jeje) sin sentir que estás publicando tu estado de ánimo a los cuatros vientos, para personas que conoces y no te conocen tan por dentro, y para personas que no te conocen de nada.
Éstas últimas pues mira, tienen un pase porque total te están "escuchando" sin reconocerte por la calle. Es como esos días en los que pillas a un ser cualquiera en estado de embriaguez-contentura y le cuentas tu vida, y parece que las cosas son más sencillas, que la vida es más fácil. Sobretodo con es@s que te presentan una noche un amig@ y con los que simplemente conectas no sabes porqué y son como un amig@ de prestado. Vamos, lo que vendrían siendo los barman en las pelis.
Incluso tú mismo a veces eres el que está del otro lado. Y te pones a pensar que hay más gente como tú y parece que tus problemas ese día son menos.
Quizá el problema está en esas personas que sí son tus amig@s y a los que no quieres rallar con tus cosas. Suficientes veces lo haces ya. Y quien más quien menos tienen sus propios problemas. A mi no me importa para nada que me cuenten sus cosas, es más, me siento feliz de poder dar un poco de consuelo a sus cabecitas y, si es posible, dar algún que otro consejo que les pueda aliviar.
Por lo menos el descargarse va bien.
A veces me pongo a pensar en las personas que sí me conocen y leen mis impresiones (porque últimamente son impresiones, no son comentarios interesantes sobre la vida del cangrejo, frase que usa mucho una amiga, o sobre noticias interesantes en el día de hoy). No, son pura y llanamente desvaríos de una persona de 30 años (ay, casi 31).
Y a veces escribo aquí cosas que me pasan por la cabeza pensando que algunas de ellas no se pueden publicar, se quedan en mi propia cabecita. No puedo desnudar mi alma al completo. Y algunas otras las dejo aquí sintiendo un poco de vergüenza, porque sé q lo leerán más tarde o más temprano y que les estaré contando con texto lo que no digo con palabras. Seguramente un escritor sienta que parte de su persona, de su yo más interno está siendo expuesto ante los ojos de la gente que lea sus palabras. Y no se sabrá hasta que punto es realidad o ficción. Quizá solo lo sepa la persona que ha convivido esa experiencia. Quizá lo sepa solo el escritor. O ni el mismo sabrá ya distinguir entre la vida que realmente ha vivido y la que no.
Últimamente me cierro un poco en mi misma. Supongo que es normal porque me siento muy desubicada.
La conclusión del día es que tengo que ir corriendo a que me hagan Reiki. Punto.

jueves, 13 de octubre de 2011

Y a pesar de todo...

A pesar de todo lo que está saliendo bien, ¿por qué a pesar de todo siento tanta tristeza...?
La respuesta la sé.
He encontrado compi de piso (mu maja y conocida) en un barrio que no es del todo mi agrado, porque preferiría otro más céntrico, pero feliz porque todo es empezar y calidad/precio está muy bien.
Hoy me han llamado para un curro y que se empieza el lunes de la semana que viene teniendo en cuenta que el paro se me terminó justo éste mismo lunes.
Y a pesar de todo tengo miedo de quedarme encasillada en un barrio durante un año y de quedarme para siempre en curros "mediocres". Cierto es que aún no estoy viviendo allí, porque seguro que encuentro ventajas. Antes por nada del mundo quería un piso en el centro o alrededores y de un tiempo a esta parte veo que es lo mejor. Que he cambiado en ciertas cosas. Que me apetece bajar a la calle y saber que hay gente y que si me apetece tomarme algo a la hora que sea estarán los bares abiertos y sin problemas podré volverme a casa, sin preocuparme por perder el metro o coger el nit bus. Supongo que tengo que darle una oportunidad al barrio o tomármelo con calma, porque ya será un gran paso el que de.
Por lo que respecta al curro el horario es bastante caca y el sueldo idem pero es un curro de oficina. A ver qué aprendo y que personas conozco.
Pero al pensar en el barrio y en el horario pienso que no veré tanto a mi pareja. Sí ya sé que son niñadas. Pero no tanto. Porque últimamente lo veo más agobiado que nunca con la vida que lleva que no le gusta nada y que está llegando a su tope. Y veo que ni yo misma soy un consuelo para él sino que cada vez parece que sea parte de su rutina. Y me duele pensar que para alguien pueda llegar a ser su rutina...
Yo le amo como nunca pensé que pudiera querer a alguien, por encima incluso de la pareja con la que duré tanto. Y me hace falta y lo añoro aún sabiendo que vive en mi misma ciudad y que estamos a media hora de distancia en metro.
Me siento impotente por no poder cubrir ese espacio que le falta, por no poder llenar sus vacíos, por sentir que a veces, aunque me quiera, no sea suficiente. Y me siento idiota por sentir que a veces mendigo su cariño, cuando cada cual tiene una forma distinta de demostrar el amor que siente por los demás.
Me siento triste porque últimamente me da la impresión que su amor se está agotando o que necesita renovarlo separándose de mi.
Tengo miedo que un día me diga que no, que ya no más y que me diga que ya no encajamos el uno con el otro.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Currante sí currante no

Yo no sé cuántas veces la habré cagado con mis decisiones laborales.
La verdad que me pongo a pensar y volvería a dejar los curros que dejé atrás pero por más que lo pienso me estiro de los pelos y me pregunto si hice bien. Porque en los últimos en los que he estado en los que tenía un contrato fijo y otro semi-fijo, que eran curros se podría decir que respetables (no eran una caquita de vaca vamos) he sido yo la que tomó la decisión de marchar.
Es cierto que en Isdin yo no era feliz y que mi intención era encontrar un curro en Vilafranca. Creo que la clave de todo está ahí... ¿está ahí? No lo sé porque siempre llego a la conclusión que lo hubiese dejado igual pero sabiendo que tenía algo en mano. Y podría verlo mejor como una oportunidad para intentar encontrar algo que me llenase más.
Y luego cuando encontré otro currillo más o menos serio lo dejé ir para probar suerte en otro país. Repito, lo volvería a hacer.
Supongo que ahora no lo vería tanto como "Patri, eres tonta porque dónde crees que vas a encontrar un trabajo con buen horario, con la edad que tienes y sin estar reciclándote, y bien pagado y que no te estén tratanto mal" si hoy en día hubiese tanto curro como había antes.
Buf... espero encontrar un trabajo más o menos aceptable porque tal y como están las cosas hoy en día y que yo cada vez me voy haciendo más "vieja" para este mercado.
A veces me pregunto qué he hecho con mi vida porque mis compis de clase están bastante bien colocados y yo a este paso me veo en una consulta pequeña y mugrienta, cogiendo el teléfono y trayendo café a los déspotas de mis jefes.

domingo, 18 de septiembre de 2011

A mover el esqueleto mi amol

¡Madre mía! Acabo de mirar fotos de una chica que iba conmigo a la EGB (sí señores, yo he hecho la EGB) y no veas... sigue estando tan buena como la recordaba en octavo. Y digo yo... ¿no hay reglas de esas en las que de jovenzuelo estás cañón y luego eres un callo malayo? ¿y no existe también esa de que las más callos se convierten en cañón? Ostras, no es justo que una tía esté igual de buena o más que cuando tenía 14 años. No es justo.... (en plan niño pequeño dando una patada a una piedrecita, brazos cruzados y morritos). Ostía porque quiere decir que de pequeña pillaba cacho, todos estaban loquitos por ella y le enviaban cartitas de amor (que me consta. Las 3 cosas que he dicho) y ahorita de grande 3/4 de lo mismo porque es bailarina por lo que encima está fibrada y es flexible como una rosquilla, como dijo la Bullock en Amor sin preaviso. Y miras sus álbumes de fotos y la pava se ha recorrido medio mundo y allí que sigue, porque su curro se lo exige.
Ostía.... y bueno, yo no me quejo porque a veces pasa gente a mi lado con problemas del caminar, se han quemado o que tienen algún problema grave y yo tontita de mi quejándome porque no soy Nicole Kidman.
Pero una se plantea porque saliendo del mismo cole (en el último curso solo eh) nuestros caminos son tan distintos.
Por lo que me planteo que durante todos los años en que he podido viajar, coger carretera y manta no lo he hecho. ¿Por qué? Ahora parezco Mourinho. No, va, en serio ¿por qué? Aiiiiiii esto tiene que cambiar que sino un día me levantaré lanzando gatos como la loca de los Simpson.
¡Pero que daño ha hecho el facebook señores! Una podía encontrarse por casualidad gente del cole, del insti, de la uni, de los curros... ¡pero por casualidad! Y te hacían un resumen aproximado de su vida. Pero en el facebook ves dónde han ido de viaje (lugares que tu nunca has visitado y piensas cojones, ahí podría haber estado yo), dónde curran (y tu dices, cojones y yo en el burguer king o en el paro), lo tías buenas que siguen siendo (y tu dices, cojones, dejarme de silbar a mi también jeje).
También me dijo un día una amiga que las vidas que tenemos las envidian otras mientras que nosotros no valoramos las nuestras. No te digo que no. Por eso hay que marcarse objetivos de lo que me gusta de la vida de los demás. Pa ser bailarina ya es muy tarde, a parte que yo soy un poco patosil, pero para viajar no. Y oye, ya está bien de dejar pasar las semanas. Ala, ¡a rocanrolear!

martes, 6 de septiembre de 2011

Cocacola a las 2 de la mañana

Y yo no he dormido nada... jeje nada, parafraseando la canción famosa de son las 5.


Pero es verdad. Son las 2 y me apetecía una cocacola bien fresquita, que por suerte encontré en la nevera.


Son las 2 y mi ritmo diario-nocturno está locamente descompasado. Y lo normal es que este ritmo lo hubiese tenido cuando era más jovenzuela. Y lo lógico es estar viviendo fuera y no con papis. Y lo usual es tener dinero ahorrado y un curro cuanto menos un poco decente. Y lo acostumbrado tener un novio que quiera vivir contigo y tener familia y casarse en una capilla románica.


Pues no. Creo que he hecho las cosas al revés. Tenía todo eso unos años atrás y no lo valoraba lo suficiente. O quizá no era el momento y tengo que pasar por etapas un poco "duras" para poder valorarlo en un futuro. O apreciar lo que tube en el pasado.


La verdad que con el paso del tiempo me doy cuenta de las cosas buenas que me aportaba mi relación. Y de lo mucho que echo de menos a ese amigo llamado novio. Y que habiendo pasado tanto tiempo me entran ganas de llamarlo otra vez, para saber cómo está. Pero es que ni se lo merece ni yo me merecería las palabras secas e hirientes que seguramente saldrían de sus labios. Así que siempre me contengo. Y espero que siga así.


Pero a veces cometemos el error de intentar hablar con gente que no nos escucha y nuestro intento es en vano, e incluso, salimos peor paradas. Porque una va con buena fe e intenta ser sincera (esto es algo que debo remediar, hay cosas que debería guardármelas) y luego esas personas o son unas insensibles o no saben cómo manejar el asunto y acaban por hacerte sentir peor.


Ahora sí pienso que para haber sido mi primera relación de pareja esa persona reunía prácticamente todas las cosas que busco en una persona con quien compartir mi vida. Y es curioso porque yo pensé que el resto que vinieran en adelante serían mejor. Una versión mejorada de Jose. Y sin embargo, al pasar el tiempo me doy cuenta que, esas versiones mejoradas o están cogidas (porque una va teniendo una edad en la que la mayoría de amistades están casadasjuntadasemabarazadas) o no soy capaz de verlas. O quizá soy yo porque mi ojo clínico no funciona.


Sigo queriendo a Luca. Y tengo pánico a volver a pasar por la misma situación, esa en la que ya no puedes ver a esa persona, ni llamarla, ni saber cómo está sin que se te quiebre la voz cuando te llame al pasar un año, ni imaginarte que está con otra/s.


Lo importante hoy por hoy es encontrar un currito e irme a vivir con Regi, porque al igual que ella yo también lo necesito. Y así poder estar en mi espacio. Sé que la causante de mi situación hoy en día soy yo misma, que me pongo trabas y no confío en mi misma.


Que asco, que yo pensé que al pasar los años sería más fiera. Quizás es porque también llevo mucho tiempo en el paro, pillando curros de mierda. Si lo llego a saber no estudio nada y hago como Luca y su amigo. Me lio la manta a la cabeza y giro por el mundo disfrutando los placeres de la vida.


Lo que me da rabia de todo esto es que soy joven y debería disfrutar más de lo bonita que puede llegar a ser la vida, ponerle remedio y sacar las malas hierbas de mi jardín.

También se añade que me siento muy lejos de mis amistades, porque no siento que encaje tanto en su estilo de vida de hoy en día. Quizá más adelante. Yo sé que dispongo de mucho más tiempo que ellas pero, a parte, mi manera de disfrutar no es la misma y hay cosas que me hacen sentir un poco fuera de lugar.

Bueno, el ritmo por lo menos me gustaría que se ajustara un poco más al de ellas eso sí.

lunes, 23 de mayo de 2011

Ojitos abiertos

Recuerdo una vez que una de esas personas que dejan de ser amigas con el paso del tiempo (si es que alguna vez lo fue de verdad) nos dijo la frase lapidaria de "nos queremos pero no somos compatibles". Yo le sonreí en señal de consuelo, por llamarlo de alguna manera, y me quedó rondando la frase por mi cabeza, como retumbando.
Pobre de mi en aquella época desconocía el alcance de esa expresión. Es más no le veía la lógica ni sentido... os queréis, estáis juntos... ¿que más se necesita?
Con el paso del tiempo he ido escuchando esta frase en varias ocasiones. El resultado era el mismo: la voz de mi amiga retumbando en mis oídos.
También con el paso del tiempo he llegado a entender aquello de "te quiero pero como amigo" una vez que la relación amor-pasión se pierde. Bueno, mejor dicho cuando se termina el amar al otro.
O las de "ahora no estoy preparado, no es un buen momento". ¿Es que acaso existe un "buen" momento? Jejeje perdonadme que me ría pero si nos ponemos a objetar cosas siempre hay alguna buena razón para que no sea un buen momento.
Pero también he de decir que ahora las entiendo. Habrán mil y una expresiones y fórmulas que usamos y que hasta que no las vivimos en carne propia no le damos el sentido que realmente tiene.
Es como cuando a algunos amigos de quién ya sabéis quién escuchan la frase que sale de mi boca: si si, nos queremos pero no somos compatibles. Y veo en su mirada la misma cara extrañada que debía yo poner en su momento cuando la oí por primera vez a diferencia que ellos me rebaten mi teoria. Yo callé. Me refiero al discurso de mi amiga. Según el estado de ánimo contesto o digo "no, porque bla" pero a unos italianos con lo que me ahorro el tener que cruzar los dedos para que no se sientan interesados y me digan "ah vale" como aquella vez jeje ¿te acuerdas Moncho?
Es complicado querer, porque ¿hasta dónde llega nuestro límite? ¿dónde queda nuestro aguante? ¿estaré haciendo lo correcto? Es como sentirse dentro de un libro de aventuras en los que el protagonista llega a un fin o a otro según que camino/página elija.
Todos queremos un buen final está claro, pero también sería de agradecer que hubiese pistas que te indicasen una lectura divertida y reconfortante. Quizá sí estén las pistas y nosotros ni siquiera nos damos cuenta de ellas. Tendremos que estar ojo avizor ;)

martes, 8 de febrero de 2011

Faltaba poco para medio año

Pues sí, casi ná para hacer medio año.
No sé si alguna de mis lectoras (vamos, amigüitas q me ven bastante a menudo por lo menos saben de mi) me leerá en breve.
Vengo de estar un rato por el centro birra en mano con el amigo de Luca.
No escribo nada desde hace tiempo porque no tengo nada nuevo que contar. Nada que no sepáis. Todo está igual tal y como lo dejastéis. ¿Os imagináis un verano de esos en que bajáis las persianas, desconectáis la luz y se os acumula la correspondencia en el buzón? Pues así está este blog al igual que mi vida.
Ni nada nuevo ni nada que comentar. Todo sigue igual.
A veces apetece estar encerrada en el propio mundo sin que nadie llegue a tocar las teclas enmarañadas del piano interior. De todos modos, siempre esperas que alguien llegue a encontrar las piezas que faltan del puzzle. Pero supongo que hay que gritar mucho para que alguien se de cuenta que te hace falta que alguien te ayude. Normalmente esperas que la ayuda venga de alguien que todo el mundo da por hecho. A veces, esa ayuda no viene del ser que tu esperas. Y así pasan los días ... esperando... y pasan... otro día más marcado en el calendario. Y tu voz ya no se oye porque ya pasas de gritar. La verdad no te importa mucho si te oyen porque realmente eres tu quien se evade. Y es un poco como el pez que se come la cola...
No estoy loca, ni tengo intenciones suicidas ni nada alarmante. Pero sí me encuentro un poco descolocada, en todos los sentidos.
Digamos que no me encuentro en el lugar adecuado, ni el momento preciso, ni con la gente apropiada.
Y ya me toca la verdad. Un poquito de suerte por favor.
Recuerdo que en el momento que cree el blog la persona que más me importaba en el mundo no le hizo caso. Hoy la persona que más me importa no sabe de la existencia de este blog aunque sé que no lo miraría porque no le hace caso a Internet. Ni quiero que vea ciertas cosas.
Yo sé que si la persona que más me importara me dijera que publica un blog lo miraría muy seguidamente.
No hay esfuerzo.