martes, 25 de octubre de 2011

Ubicarse o no ubicarse

Qué tontería ¿no? El poner en este cajón desastre de pensamientos, idas y venidas todo lo que pasa por mi cabeza o mi corazoncito.
La verdad, qué tontería explicarle a esta pared blanca cómo me siento, qué me pasa, qué me falta... en vez de coger el teléfono y llamar a un amig@ contándole todas estas cosas mientras tomas una birra (o un café jeje) sin sentir que estás publicando tu estado de ánimo a los cuatros vientos, para personas que conoces y no te conocen tan por dentro, y para personas que no te conocen de nada.
Éstas últimas pues mira, tienen un pase porque total te están "escuchando" sin reconocerte por la calle. Es como esos días en los que pillas a un ser cualquiera en estado de embriaguez-contentura y le cuentas tu vida, y parece que las cosas son más sencillas, que la vida es más fácil. Sobretodo con es@s que te presentan una noche un amig@ y con los que simplemente conectas no sabes porqué y son como un amig@ de prestado. Vamos, lo que vendrían siendo los barman en las pelis.
Incluso tú mismo a veces eres el que está del otro lado. Y te pones a pensar que hay más gente como tú y parece que tus problemas ese día son menos.
Quizá el problema está en esas personas que sí son tus amig@s y a los que no quieres rallar con tus cosas. Suficientes veces lo haces ya. Y quien más quien menos tienen sus propios problemas. A mi no me importa para nada que me cuenten sus cosas, es más, me siento feliz de poder dar un poco de consuelo a sus cabecitas y, si es posible, dar algún que otro consejo que les pueda aliviar.
Por lo menos el descargarse va bien.
A veces me pongo a pensar en las personas que sí me conocen y leen mis impresiones (porque últimamente son impresiones, no son comentarios interesantes sobre la vida del cangrejo, frase que usa mucho una amiga, o sobre noticias interesantes en el día de hoy). No, son pura y llanamente desvaríos de una persona de 30 años (ay, casi 31).
Y a veces escribo aquí cosas que me pasan por la cabeza pensando que algunas de ellas no se pueden publicar, se quedan en mi propia cabecita. No puedo desnudar mi alma al completo. Y algunas otras las dejo aquí sintiendo un poco de vergüenza, porque sé q lo leerán más tarde o más temprano y que les estaré contando con texto lo que no digo con palabras. Seguramente un escritor sienta que parte de su persona, de su yo más interno está siendo expuesto ante los ojos de la gente que lea sus palabras. Y no se sabrá hasta que punto es realidad o ficción. Quizá solo lo sepa la persona que ha convivido esa experiencia. Quizá lo sepa solo el escritor. O ni el mismo sabrá ya distinguir entre la vida que realmente ha vivido y la que no.
Últimamente me cierro un poco en mi misma. Supongo que es normal porque me siento muy desubicada.
La conclusión del día es que tengo que ir corriendo a que me hagan Reiki. Punto.

jueves, 13 de octubre de 2011

Y a pesar de todo...

A pesar de todo lo que está saliendo bien, ¿por qué a pesar de todo siento tanta tristeza...?
La respuesta la sé.
He encontrado compi de piso (mu maja y conocida) en un barrio que no es del todo mi agrado, porque preferiría otro más céntrico, pero feliz porque todo es empezar y calidad/precio está muy bien.
Hoy me han llamado para un curro y que se empieza el lunes de la semana que viene teniendo en cuenta que el paro se me terminó justo éste mismo lunes.
Y a pesar de todo tengo miedo de quedarme encasillada en un barrio durante un año y de quedarme para siempre en curros "mediocres". Cierto es que aún no estoy viviendo allí, porque seguro que encuentro ventajas. Antes por nada del mundo quería un piso en el centro o alrededores y de un tiempo a esta parte veo que es lo mejor. Que he cambiado en ciertas cosas. Que me apetece bajar a la calle y saber que hay gente y que si me apetece tomarme algo a la hora que sea estarán los bares abiertos y sin problemas podré volverme a casa, sin preocuparme por perder el metro o coger el nit bus. Supongo que tengo que darle una oportunidad al barrio o tomármelo con calma, porque ya será un gran paso el que de.
Por lo que respecta al curro el horario es bastante caca y el sueldo idem pero es un curro de oficina. A ver qué aprendo y que personas conozco.
Pero al pensar en el barrio y en el horario pienso que no veré tanto a mi pareja. Sí ya sé que son niñadas. Pero no tanto. Porque últimamente lo veo más agobiado que nunca con la vida que lleva que no le gusta nada y que está llegando a su tope. Y veo que ni yo misma soy un consuelo para él sino que cada vez parece que sea parte de su rutina. Y me duele pensar que para alguien pueda llegar a ser su rutina...
Yo le amo como nunca pensé que pudiera querer a alguien, por encima incluso de la pareja con la que duré tanto. Y me hace falta y lo añoro aún sabiendo que vive en mi misma ciudad y que estamos a media hora de distancia en metro.
Me siento impotente por no poder cubrir ese espacio que le falta, por no poder llenar sus vacíos, por sentir que a veces, aunque me quiera, no sea suficiente. Y me siento idiota por sentir que a veces mendigo su cariño, cuando cada cual tiene una forma distinta de demostrar el amor que siente por los demás.
Me siento triste porque últimamente me da la impresión que su amor se está agotando o que necesita renovarlo separándose de mi.
Tengo miedo que un día me diga que no, que ya no más y que me diga que ya no encajamos el uno con el otro.