Casi otoño

He empezado a escribir un libro que hace tiempo tenía en mente. A ver si cuando vuelvo lo tengo terminado del todo.
Bueno, eso de "cuando vuelva" es un decir porque no sé cuando volveré. Quizá antes de lo que pensaba.
Llevo aquí un mes enterito y pocos currículums entregados, es cierto. Montse tiene razón.
Mi inglés está más o menos igual, lo único es que mi oído está un poco más acostumbrado y el inglés se le hace más familiar. Mi hablar más o menos igual.
Tengo varios momentos de bajón en los que creo que venir aquí fue un error porque si vuelvo antes por no tener un curro no tendré dinero, ni trabajo, ni ná de ná. Y vuelta a empezar.
Me deprime pensar que con la edad que tengo no tengo nada (y cuando digo nada es cero patatero) ahorrado, ni un trabajo fijo, ni casa, ni coche ni carné de conducir. Y que volvería con los bolsillos vacíos. Y ya estoy harta de sentirme así. Así que a la vuelta sé que debo cambiar mi rutina de fin de semana y no salir y ahorrar. Volver a recuperar lo que tuve en su momento e incrementarlo. Y poder darle cuerpo físicamente a ese ahorro en forma de carné, coche y casa.
Madre mía, qué cuesta arriba suena todo eso.
Y será que no hay gente que tenga todo eso y más. Y su trabajo le cuesta.
Bueno, al menos sé que he vivido una experiencia, una forma de ver la vida diferente de la nuestra.
Da la impresión que tiro la toalla antes de tiempo, ¿no? Pues sí.
Lo que más me jode de todo esto es que en vez de superarme y crecer lo que hago es hacerme más daño pues ya me digo a mi misma aquí no me van a coger, que inglés tan malo tengo, con la edad que tengo y nunca voy a poder superar esta mierda de complejo que tengo... y lo más chungo de todo esto es que tengo unas ganas terribles de salir corriendo a los brazos de Jose para consolarme, como hacía entonces. Y veo que no está ahí para mimarme y enjugarme las lágrimas. Y entonces es cuando pueden pasar dos cosas: o lloro porque lo echo de menos o me cabreo y me viene una mala ostia encima que no me la puedo por acordarme de lo cabrón que fue (y que sigo pensando que es porque no me ha llamado ni enviado un mensaje en tiempo, como si me hubiese borrado con una goma. Soy como un cómic oye.) A veces, se conjugan las dos a la vez y me cabreo conmigo misma porque sé que lo mejor es estar así en la distancia, que llorar es lo lógico cuando de vez en cuando asoma su recuerdo y que él está haciendo su vida tan feliz.
Quizá eso es lo que más rabia me de. Pensar que él sí tiene carné, y coche, y una casa en alquiler (o no sé en que situación se encuentra), y un trabajo, y dinero ahorrado con su plan de ahorro de la Caixa incluido y con una pareja con la que se va de viaje y le toma de la mano, y le mima cuando está chof... Suena un poco materialista y un poco single llorica.
Quizá envidie ¿su vida? No, quizá envidie el pensar que todo le va de color de rosa y a mi no.
Quizá envidie a mi compañera de aventura porque la veo tan decidida en todo y yo me veo a mi misma como una niña que nunca creció. Y sé que a ella también le cuestan las cosas pero no sé...
¿Cómo estas?
Un año ya joder y aún está el run run y tu tan tranquilo con tu vida resuelta. Y yo resumo mis casi 29 años en una caja de zapatos...
Y vuelve la curiosidad y la incertidumbre. Supongo que es algo que forma parte del crecimiento emocional que debo hacer. Y me vienen ganas de escribirte algún mensaje pero no sé que espero. ¿Que me contestes con un si, todo va bien. espero q a ti tb te vaya todo ok y q seas feliz? Supongo que algo así escribirías. ¿Y que ganaría?...nada. Porque después de ese mensaje todo volvería a estar como antes porque nada cambiaría. Tan solo sentir que fui yo quien te escribió el mensaje y no me serviría de nada.
Tu te darías la vuelta y la mirarías feliz. Y eso me carcome por dentro. Me ha vuelto la sensación de un tiempo a esta parte y no entiendo porqué. Debería ser todo lo contrario porque lo llevaba muy bien.