jueves, 22 de diciembre de 2011

No quiero, no quiero y no quiero

Ea, como el niño de La vida es bella (los cojones es bella).
Últimamente hago el mismo gesto para todo.... pa levantarme de la cama cuando se está calentita, pa entrar al trabajo (a mi favor diré que todos mis compis de mi misma hornada hacemos lo mismo) y ahora, cuando se acerca mi cumple...
El otro día una amiga me dijo que ya no se acordaba de cuando sonreía al decir que era mi cumple o que lo celebraba con ilusión. Buuf, hace ya mucho que no tengo ganas.
Y bueno, lo que quizá más me anima es que mi mami (y mi papi) tienen la ilusión por mi y me emociona verles las caras de contentos cuando me hacen el regalito por mi cumple y montan la cena de Noche Buena aprovechando que es mi cumple. Jo, y me sabe muy mal cuando dejo aflorar mis sentimientos y no oculto que no soy feliz. Y a veces me sabe mal no hacer uso de la capacidad de disimular los estados de ánimo porque me digo a mi misma que soy tal cual y no puedo disimular.
Como también me digo que soy idiota por permitir ciertas cosas.
En fin, el ser humano se fustiga y quien diga lo contrario es que es Aznar o alguien parecido.
Total, este post ¿a qué viene? A nada, a matar las horas muertas del insomnio que tengo y que me hace pensar en mil cosas a la vez.