miércoles, 25 de marzo de 2009

Primer trimestre del año casi resuelto

Po zi, casi resuelto. Le quedan dos velas al mes de marzo y con el, el final del primer trimestre del 2009. Pasa volando el tiempo...a veces tengo unas ganas tremendas de que pase el calendario rápidamente. Pero luego me doy cuenta que estoy en un equívoco y así como dice mi amiga Gisela, los días hay que saborearlos porque son únicos. Pues sí. No tengo ganas de que pasen más de prisa de lo que tienen que pasar.
Se puede decir que estoy contenta o por lo menos, que ando por buen camino.
He hecho algún que otro paso para dejar atrás el pasado y ahora miro hacia adelante. Que eso es lo fundamental.
Me estoy curando. He vuelto a recordar cosas que dejé aparcadas porque estaba cansada de hablar del mismo tema. Y es algo que debía hacer también para desahogarme. Y lo estoy sacando y me voy sintiendo mejor. Llorar es una buena terapia y hablar también. Así que sé que llegará un día en que será tan indiferente todo que podré llamar, si me apetece, para ver como estás. O quizás seas tú el que marque mi teléfono. La verdad, que hoy no me preocupa mucho. Por lo menos no me rallo...
Por otra parte creo que mi corazoncito está empezando a abrirse y quizá es por eso que veo lo de Jose desde otro prisma. No sé si seré capaz de decirle algo al argentino del curro antes del traslado, que es inminente, o si habrá algo con el moreno de 1,90 al que le gusta cantar Aladín (ayyyyyyy) porque si ya no dio señales por algo será... en fin. Que lo que tenga que ser será y que sé que valgo un potosí. Los que ven más allá se dan cuenta de todo lo que conlleva Patrícia Rovira. De todo lo que sé y me queda por aprender, de todo lo que me han de enseñar y lo que yo debo enseñar, del cariño que llevo a las personas que quiero y de muchas cosas más.
Todo pasa por algo así que a buscarle el sentido... o no, porque no hay nada más bonito que dejarse llevar. (pero por si a acaso, con un paracaídas)

jueves, 12 de marzo de 2009

Es lo que hay (o no)

No hay mensajes, no hay llamadas ni correos ni señales...no hay nada. Ni pisadas, ni pistas, ni un no, ni un sí, ni un quizás, ni un ¿qué tal?, ni un ¿cómo te va?
Sólo hay un paréntesis, un vacío, un espacio en el tiempo alterado.
Hay desorden, hay caos, no hay dinero jeje (lo gasto), no hay querencia, no hay besos, ni caricias, ni un cielo, ni un mi vida, ni tesoro, ni cariño ni na...
Hay descontrol, hay salidas, no hay horas de sueño (bueno, sí las hay pero no las gasto como debiera), hay alcohol (y otras cosas), hay subidas y bajadas.
Aparecen lágrimas pero también risas, carcajadas.
No hay amor propio aunque sí más autoestima. No me cuido, lo sé.
Hay cosas que estoy haciendo mal, muy mal.
Quiero besos, quiero mimos, quiero abrazos, quiero exorcizarme de ti.
Quiero tus brazos...
Hay curiosidad y tentaciones de satisfacerla haciéndome daño. ¿Soy masoca? Sí, pero hasta cierto punto. NO lo haré, sed conscientes, soy consciente.
Quiero lllamar, quiero mandarte a la mierda, quiero abrazarte, quiero odiarte, quiero besarte. ¿nuevo título de una peli? Puede, tengo creatividad oculta aún por explotar.
Quiero correr y volar, escapar de aquí. Quiero irme. Quiero vivir. Quiero dormirme...
¿Sigues ahí? ¿Sigues? Mismo sitio, mismo lugar y con la misma gente.
Esa es una de mis dudas y grande. ¿Sigo ahí? De qué sirve esa pregunta. La reformulo: ¿sigues aquí? No lo sé.
Sólo hay desorden, descontrol, inapetencia, agobio, preguntas...

lunes, 2 de marzo de 2009

Pensamientos en voz alta

A veces pienso que desnudo mi alma en el blog, en algo público al alcance de cualquiera y que dejo ver claramente mis sentimientos... Si, es cierto. De todos modos, las personas que accedéis a este blog es porque sois mis amigos y no tengo reparo en que sepáis lo que pienso. Pero también sé que hay cosas que mejor no ponerlas aquí, tampoco es plan jeje
Nada nuevo hay que contar. Solo que ahora tengo una rutina a la que me debo y se que los fines de semana me estoy desfasando bastante y que gasto más de lo que debiera. Pero es que no lo puedo evitar. O más bien dicho, no lo quiero evitar.
Salgo porque no quiero sentir el peso de mi casa, porque quiero vivir la vida y quizá estoy recuperando el tiempo perdido. No considero que mi relación con Jose haya sido un pérdida de tiempo, al contrario. Me siento muy contenta de que haya sido el primero en prácticamente todo. Pero también es cierto que había una parte de mi como reprimida porque quería hacer muchas cosas y no estábamos en la misma onda.
Llevo días ya en que me acuerdo al pasear por la meridiana de nuestros paseos. Y sé que me hago daño porque al instante de pensarlo me empiezo a montar películas y me imagino como debe ser tu relación con Verónica. Se que me torturo. Pero no lo puedo evitar. Aunque quiero.
Le doy muchas vueltas a las cosas desde hace unas semanas para aquí. Y con las ganas de llamarte para ver como estas. Y lo voy alargando. A veces porque cuando tengo impulsos de hacerlo me decís que no lo haga. A veces, porque me parece que no me toca a mi dar el paso de llamar. Y porque de alguna manera aún sigo sintiendo rabia, decepción y dolor. Que no te mereces que lo haga.
Es como si me faltara un brazo.
Últimamente escucho Luz como terapia y al pensar en "lo nuestro se acabo, y te arrepentirás de haberle puesto fin a un año de amor. Y de noche, y de noche, por no sentirte solo recordarás..." Bueno, no creo que te sientas solo. Debes estar acompañadito. No sé si debes tener mucho tiempo para pensar en mi. Supongo que las ganas de saber de mi también están. Aunque no sé en qué medida ya que estás emparejado.
A veces pienso cómo te ha sido tan fácil comenzar de nuevo. Quizá son solo impresiones mías y no estás tan bien con ella como me podría imaginar. Que ha sido una vía de escape.
Estoy cansada de sentir que aún tengo que depurarme, que soy incapaz de dejarme querer. No puedo. Por esa misma razón pienso como es posible que a ti no te haya costado. Y me torturo lo se.
Hasta hace poco no tenía estos sentimientos y han vuelto. Pero ¿hasta cuando?
Ya va a hacer pronto 7 meses. Más de medio año. Tengo tantas ganas que desaparezcan como te ha pasado a ti...Por esa misma razón no te quiero llamar y no lo haré lo se. Pero me siento impotente y a veces triste, muy triste. Pero forma parte del puto duelo de los cojones del que tanto me hablabas.
¡Estoy cansada ya de ti y de tu fantasma!